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domingo, 4 de enero de 2015

ME QUISIERON VENDER POLIPIEL


Estoy realmente desconcertada, rabiosa, enfurecida.
Paso una y otra vez esa tarjeta de crédito, cada vez que la miro pienso en la de quelys con sobrasada que voy a tener que cenar a partir de día 8 de Enero, para llegar a fin de mes.
Venga regalos para todos y encima que soy la que predica a todos los vientos, lo importante que es organizarse una lista de regalos y previsión, voy y lo dejo para el último día.....
Menos mal que hoy Domingo está todo abierto y pienso dedicarlo a comprar los últimos regalitos.

Esta mañana, he visitado una de mis tiendas favoritas, su música, su iluminación, sus espejos que te ves siempre tan delgada, me han incitado a comprar una cazadora de piel color caramelo.
Al probarla, sin tocar su tejido, he comprobado como me favorecía su color y sus apliques, pero por un momento he olvidado que a una con la edad la espalda se le ensancha y me he colocado la talla Small.

La primera dependienta que se ha acercado a mí, no se ha dado cuenta de lo mal que me ha caído nada más verla.
Ha pisado un pantalón que había en el suelo y la muy vaga no ha hecho el más mínimo esfuerzo para recogerlo.
A mí que esas cosas me duelen en el alma, debido a los años que he disfrutado trabajando en tiendas , colocando y cuidando el producto, no he pòdido evitar poner cara de estúpida.

A ella que por no tener no tenía ni inteligencia emocional, le ha dado igual y con una sonrisa falsa pero muy falsa, me ha dicho lo bien que me quedaba.

La primera mentira, una talla que no me llegaba a cerrar el botón, que los brazos me quedaban como el espantapájaros del Mago de Oz, me dice que me quedaba bien.

He respirado profundamente, rezando para no decirle nada grosero y le he pedido una talla más, con un por favor.
Lo más importante es que antes de que yo terminara mi por favor, ella me ha dicho rotundamente: No hay más.
Sin darme una alternativa como por ejemplo: Te puedo enseñar otra, mañana llegan más tallas, etc....

Para saber si realmente era válida, le he preguntado si era piel.
La indignación que he sentido y la solidaridad por todas esas personas que buscan trabajo, que verdaderamente son válidas, pero por edad, por no tener tal vez la imagen correcta o porque empresas deciden que es mejor contratar a adolescentes que carecen en definitiva de motivación, pues mi experiencia me dice que es una cuestión de Actitud y Gestión del encargado y no de edad, han hecho que llame a su encargada para comentarle mi enfado.
Lo más sorprendente y difícil de creer es que ha defendido la teoría de la dependienta, y me han querido hacer creer que una cazadora de piel puede costar 29,90 euros.

Como Estela Reynolds he llevado la cazadora a mi nariz y les he pedido que la olieran, era increíble, no olían a plástico.
Cualquier prenda de piel huele a animal.
Me he vuelto loca pidiendo un mechero para comprobar que no era piel, pero es ahí donde he visto que estaba siendo muy observada por un agente de seguridad y los clientes.

La diferencia de Piel y Polipiel, es que la segunda no se ha utilizado ningún animal, es simplemente Algodón con recubierto de Vinilo, si a mí me encanta cualquier formato de Polipiel, faldas, shorts, leggins, etc...
Pero yo hoy quería calidad, por muy cuidada y lograda que se imite la piel, los que conocemos materiales y fibras, apreciamos muy bien la calidad.

André Courrége, discípulo de Balenciaga, ya fué el innovador en el vinilo en los años 60.
Ese plástico en estado puro se puso de moda y esta temporada arrasa con furor.

A la hora de contratar personal para cualquier sector, es tan importante su Imagen como el Conocimiento del producto.

Tengo un sabor amargo y no sé si es porque no me cerraba la chaqueta o por lo mal que me ha caído la falta de conocimiento.

Un saludo sin Chaqueta.

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