Páginas

martes, 15 de octubre de 2013

Pon un gay en tú vida

No puedo echar culpa alguna a que el motivo de rodearme y ser devota del mundo gay, se debe a los años que trabajé en el mundo de la moda, pues ya de muy pequeña tuve predilección por ser amiga y confidente de muchos que por la familia, entorno y sobre todo la época, conseguían salir del armario y enfrentarse a ser feliz.
Las mejores aventuras, risas y marchas, las pasé con ellos, me hacían sentir la Mónica Naranjo a la mallorquina.
Admiro su pasión por la moda, su estética en general y sobre todo su manera de sentir.
Su esencia, su sensibilidad, su llanto y la pasión que ponen en todo lo que hacen, tan sensibles como una mujer y tan hombres para ayudarte a levantarte cuando estás deprimida.
Después llegó mi etapa Inditex y allí como si fuera un imán, todo aquél que entraba por la puerta, salía con su compra y por supuesto mi teléfono.
Niños que venían con sus madres, yo ya apreciaba su mirada y hoy convertidos en hombres, aún recuerdan esos momentos.

He investigado la exagerada predilección que tengo por los diseñadores gays y al final, he conseguido averiguar que tal vez se deba a la extrema perfección que realizan en sus diseños, color y estampados.
Mi casa está llena de biografías de ellos y no me canso de leer sus colecciones, como Dolce y Gabbana, Valentino, mi desde el cielo Versace etc....

Mañana como cada miércoles, en la sección de moda ib3 Radio, me han pedido que hable sobre la inversión que hacen los gays en moda....
Dios mío, el universo me lleva otra vez a ellos.
Y es aquí, donde me pregunto, si debo contar que sí y mucha.
Que un gay es capaz de no llegar a fin de mes, pero eso sí, puede comprar on line un bolso de PRADA.
Que un gay es capaz de quitarse una muela de oro, con tal que le den dinero para unos zapatos de GUCCI.
Que un gay es capaz de gastarse una fortuna en perfumes aunque sea para decorar la estantería del baño, etc...
Son tan parecidos o iguales que nosotras, son especiales, radian pureza y bondad y aunque bien es cierto que desde los noventa son más los heteros que se depilan, que intentan ir tan a la moda que hasta se les ha creado el nombre de Metrosexuales, la esencia, el estilo y la marca de un gay no la consiguen jamás.

Me encantan los hombres heterosexuales que se arreglan sin ser pretenciosos y que no ven el color rosa bebé, único y exclusivo para gays, me encanta ver como un heterosexual da dos besos a un amigo gay, sin temor a que lo juzguen, me encanta ver como un heterosexual gasta bromas a un amigo gay y un gay las devuelve a un heterosexual.
Sobre todo me encantan como se expresan, cuando llego a las tiendas y son capaces de decirme que se sienten hinchados porque les bajó la regla.
A todos ellos, gracias por quererme tanto y sobre todo enseñarme a ser mejor persona.



No hay comentarios:

Publicar un comentario