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sábado, 28 de junio de 2014

EUGENIA DE VUELTA AL RUEDO

Derrochar tanta energía durante el día, desde que te levantas, te duchas, te hidratas, te maquillas mientras se hace el café, llamas doscientas veces a tu hijo para que se levante, se levanta, le preguntas la lección, le obligas a que se lave los dientes, se peina, llamas al ascensor, vuelves porque te has dado cuenta que te has olvidado aplicarte el rimmel, te pones los tacones aunque sabes que cuando te los quites tendrás que tomar un paracetamol, pues a estas edades la espalda, cervicales y hasta el alma acabarán destrozados pero te dan igual porque sabes que son junto con tu modelito, tu carta de presentación cuando abren esas tiendas que gracias a ellas nuestro trabajo sale adelante.

Y continuas ese kilometraje hasta llegar a tu trabajo, cantando en el coche e incluso bailando con Enrique Iglesias, pero triste porque sin querer te empatas con la dependienta que te cuenta alguna pena o alegre porque alguna encargada te dice en secreto que espera un bebé.

Y llegas y recibes a todos con una sonrisa e intentando que no se te note que has cogido una factura de la luz de doscientos euros y piensas en poner velas con olor a canela aunque sabes que no es posible porque te dan asma y al final te conformas porque lo solucionas cenando durante un mes arroz.... un día con tomate, otro con atún y otro con pimientos.

Ves al coche que debes correr para llegar al entreno de fútbol de tu hijo y ya te puedes llevar un libro o la tablet que siempre hay alguna madre que se sienta contigo y acabas marujeando que es algo que en el fondo me encanta y lo llevo dentro.

Y llegas a casa y piensas que día es de la semana para saber que serie dan, si es Lúnes Velvet, si es Martes Sin identidad, si es Miércoles ByB y sigue cada día con tus series hasta quedar completamente más dormida que la bella durmiente.....
Y cuando a las dos de la madrugada te despiertas porque hay algo en el subconsciente que te dice que a las siete tendrías que haber asistido a la presentación de un libro, otro día un desfile, otro un concierto y así cada día del año, quedando más que mal con gente que te adora y que cuando la necesitas siempre está ahí esperando tan solo una sonrisa.

Pues bien.... Todo esto se ha terminado.
Anoche mientras estaba en casa, esperando ver mi Deluxe con la entrevista de la novia del hijo de Ortega Cano, me levanté y me preparé el mejor de mis vestidos para irme a la Nit de la Dona de Cya, llegué toda vestida de azul eléctrico que daba la sensación que iba disfrazada entre fontanera o mecánica de barcos, eso sí, cuando me puse mi perfume y mis pendientes parecía que venía de una fiesta de la noche Marbellí.

Solo con ver la cara del Señor Vázquez que a pesar de haber más de mil mujeres, me dedicó la bienvenida más sincera y agradecida, fué más que mi recompensa.
Una vez dentro, saludé a tantas personas interesantes que todas ellas me proponían vernos, algunas para formar proyectos, otras para contarme sus cambios y todas con mucho cariño.
En algún momento, reflexioné el por qué de tan buen aura y reaccioné enseguida, supe que todas ellas saben que su alegría es mi alegría.
Al regresar a ese parquing, que tiempos atrás hubiera tenido que ser escoltada por mis miedos nocturnos, me dí cuenta que iba más segura que Chuck Norris en Walker.
Así que atrás han quedado mis series, mis polígrafos, siempre organizando a mi pequeño, hasta he pensado en contratar hasta a una Aupair, eso sí la contrataré algo mayor, no vaya a enamorarse el niño, que ya empieza con las hormonas.
Eso sí, como empiezo el lúnes ahora me quedo viendo Hay una cosa que te quiero decir!

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