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jueves, 25 de julio de 2013

Equilibrada



Recuerdo el día que le pregunté angustiada a mi super compañera Begoña Plubins en que consistía la Felicidad. Ella con esa mirada y melena tan elegante al estilo Mónica Bellucci me dijo que la Felicidad reside en el Equilibrio.

Durante días estuve intentando ser equilibrada, es decir levantarme por la mañana y después de la ducha, maquillarme con tonos suaves, vestir de un estilo sencillo y básico, llegar al trabajo y saludar en un tono relajado, eso si siempre mirando a los ojos etc, etc....

La verdad es que no duré ni dos días, yo necesito ducharme y maquillarme en función de como me siento ese día, si estoy triste me pongo de rojos y fucsias para alegrarme mi sonrisa.
Si estoy contenta me gusta ponerme escote, ya logicamente no hasta el ombligo pero si hasta que haga una buena V en mayúsculas.
Lo del saludo, no puedo evitar volverme loca de alegría cuando veo a alguien que ha sido o es importante en mi vida, hasta tal punto que soy capaz de echarle hasta una alfombra roja, como me pasó hoy en un almacén de construcción cuando me encontré a mi super divina Teresa Samaniego con ese vestido verde que parecía toda una modelo y encima super jefa con agenda de piel, tanta energía recibes cuando te pones contenta de ver a alguien que le llegó hasta al vendedor que me llamó Chiquilla a mis casi 38 años, y yo encima que doy siempre las gracias, me sentía Rania de Jordania dando saludos a todas las secciones, tal ha sido el efecto que ni me van a cobrar por traer la mercancía a casa.

El caso es que ahora mi pregunta después de que durante estos años, he llegado a creer que lo mío no era normal....
Pienso,  ¿Hay en algún lugar del mundo una persona cien por cien equilibrada?
El mes tiene cuatro semanas, hay que ser conscientes de que estamos y funcionamos por hormonas.
La primera semana estamos estupendas, sin retenciones de líquidos, nos vemos delgadas, la casa está impecable y hablamos con un tono siempre cariñoso.
La segunda, aguanta el hinchazón de senos, de repente unos ataques de Chuqui que ni tú misma te aguantas.
La tercera al hinchazón se le suma que como ya sabes lo que te espera ya se actúa como si la tuvieras, y si a tú pareja se le ocurre decirte que la tortilla no te salió tan jugosa como a su madre, ya se sabe que como la niña del exorcista, de lado a lado se empieza a girar.
La cuarta, morir de dolor pero es físico, ya hemos llorado, gritado, ya sabes que mañana tendrás la barriga plana etc...
Pero si encima, cuentas con la Luna LLena, con los gastos de libros  y matrícula de fútbol, impuesto de contribución etc... que me diga alguien como se equilibra una.

Definitivamente a mi me equilibra comprarme un trapito, estrenar algo me da la vida! pero que pasa también si encimas has estado ahorrando lo que has podido de aquí y de allí, entras feliz en la tienda, directa a por ese vestida de gasa color salmón y de repente ves un abrigo pata de gallo negro y  granate de la colleción Winter 2014.... YO ME DESEQUILIBRO.
Es aquí cuando realmente pienso lo más importante y me lo pregunto ¿Eres feliz así? Y la respuesta es
SI SI SI SI SI,cuanto más desequilibrada más se disfruta en la vida.

3 comentarios:

  1. ¡Desequilibrio! ¿Que seriamos sin ellos?
    Si estuvieramos tan equilibradas no sería tan divertida la vida.

    Te quiero Eugine

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  2. A mi también me equilibra eso de comprar. Y ayer me equilibré tan a gusto! Me siento super identificada,... lo de equilibrarse para mi es misión imposible. Un besazo!
    Marga

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  3. Ainsssss a mi tambien me alegras el día cuando te veo, guapaaaa que te quiero¡

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