Páginas

martes, 5 de marzo de 2013

Pechos mirando al techo




Cuando eres una niña, estás deseando que te regalen tú primer sujetador, llegas incluso a rellenarlo con unos calcetines.
Cuando empieza la adolescencia, notas como aumentan y te sientes poderosa y bella de ver el cambio, pero la mayoría de las veces, esa felicidad dura poco cuando el aumento tan esperado por tú parte, la gente que te rodea, te hace comentarios groseros, muchos de ellos, la mayoría debido al complejo o las ganas de hacerte sentir mal. (Esto sólo lo descubres si eres fuerte o tal vez en la madurez).
 Cuando eres una mujer adulta que sufres cambios físicos debido a embarazos, pérdida o aumento de peso, continua ese maldito complejo y muchas veces no te permite verte lo realmente que bonita que eres.
La vida pasa tan deprisa, que a veces no valoramos lo que tenemos, hemos de tener en cuenta que sea como sea nuestro pecho es el nuestro, el más bonito y que debemos de quererlo y ser felices.

Antes me era inevitable cuando veía a una mujer que estaba sufriendo un cáncer de mama, transmitirle con mi mirada, mi pena, ahora cuando me cruzo por la calle con alguien que sé que lo está padeciendo, la saludo e incluso le tiro un beso y un saludo de fuerza y cariño.

Acepta pues lo que tienes ahora, conócete bien y haz todo lo que esté en tú poder para sacar el mejor partido de ti.

Pero como sé muy bien que la mayoría de las mujeres no saben muy bien como hacerlo, aquí explico unos consejos muy prácticos a la hora de elegir un buen sujetador.

Lo primero de todo y más importante es saber cual es tú talla y si no lo sabes, te recomiendo ir a una tienda especializada en corsetería, donde te asesoraran de talla, copa y espalda.

La tabla de tallas de sujetadores es universal para todas las grandes firmas.
Saber muy bien cual va a ser el destino de su uso, para reducir volumen, para proyectar el pecho, para mostrar escote, para hacer deporte, para salir de fiesta y estar sexy etc...
Una cosa bastante importante es desmitificar que para conseguir reducir volumen hay que comprar una talla menos o utilizar para hacer deporte el que tengamos más viejo pues debemos tener en cuenta en este caso la importancia del tejido, debe transpirar.
Todos estos detalles son importantes pues hay un estudio donde médicos especializados en senología nos advierten de la cantidad de enfermedades que nos puede provocar como por ejemplo llevar tirantes mal ajustados, aros incorrectos etc... harán que en el futuro tengamos dolores cervicales, cefaleas, callosidades, úlceras y formación de quistes.

Un sujetador ha de ser construido para nuestro bienestar pleno, bien ajustado pero cómodo.
Los aros tienen que reposar planos en la caja torácica y contener todo el pecho.
El pecho ha de caber dentro de la copa sin que produzcan pliegues o estiramientos del tejido.
Los tirantes no han de molestar en los hombros ni la espalda.
En función del escote, si es un vestido o top palabra de honor, evitar por favor comprar esos sujetadores con los tirantes transparentes, es de lo más poligonero can valero.
Y super importante el tratado y cuidado a la hora de lavarlo, con el uso los tirantes van cediendo y hacen que el pecho te llegue al ombligo, cada vez que hago pruebas de vestuario, lo primero que realizo es una operación al sostén, subo la tira hasta conseguir estilizar la cintura, te recomiendo hacerlo cada dos semanas, el efecto visual es total.
Prefiero ahogarlas  un poquito pero siempre pecho arriba.
Dato que me parece muy curioso y lo quiero compartir es que en cada rincón de la geografía mundial dicha pieza, se denomina de forma distinta. sostén, sujetador, soutien, soutien-gorge, reggiseno, bra, brassier, corpiño.
Es importante invertir un poquito más de presupuesto en él, pero sentirte cómoda y triunfando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario