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viernes, 17 de enero de 2014

Sor Monjita del Corte Inglés

Siendo una ex-alumna Escolapias, de las que adoraba las canciones en aquél autobús cuando ibamos de excursión, cantando todas: Que buenas son las madres escolapias, que buenas son nos llevan de excursión.....
Las que fueron, se acordarán de aquella melodía, de como nos cedían el micro y nos peleábamos por ser cantantes....
Y todas de Dios y de la Virgen, me traen tan buenos recuerdos...


Pero lo que me acaba de ocurrir en el Corte Inglés, no tiene nombre.

Soy una persona solidaria, siempre y cuando veo que la persona que pide, me trasmite seriedad y necesidad, no como la que hay en la puerta del erosky que tiene todos los dientes de oro y se atreve a pedir dinero....
A mí ya no me quedan ni alianzas, ni anillos de la primera comunión, todos vendidos para arreglar el coche.

Pues bien, he llegado como una buena anfitriona, para organizar la cena de mañana sábado para mis exclusivos agasajados, y allí en la cola de la caja, una super monjita vestida de gris con un papel y un carro llenito de alimentos.
Yo iba vestida con un jersey básico de lentejuelas y un sencillo leggins de los que hacen el culete  de joroba y justamente en esa misma cola me he encontrado con una íntima amiga que acababa de salir del gimnasio con todavía el super horroroso turbante de forro polor y chaqueta bomber de por lo menos cuatro temporadas.
Yo notaba que sor corte inglés venía directa a mí, pero mi extrovertida amiga la ha saludado, esperando que le diera el papel donde ponía que recogían alimentos para los pobres y cuál ha sido mi bajada de defensas que esa sor corte inglés se la ha mirado de arriba y abajo, y le ha dicho NO, TÚ NO, TÚ AMIGA.

Mi amiga casi se desmaya, yo tan solo he comprado unos tomates y unas bandas depilatorias, logicamente no se las iba a dejar, no porque no le hiciera falta, más bien porque ella pedía alimentos.

Desgraciadamente la imagen es muy importante, aunque nos parezca horrible, es nuestra primera tarjeta de visita.
Mi padre siempre me enseñó a saludar y atender bien a quien llevara chándal que del que llevara traje y la vida me demostró que aquel del chándal fué el director de mi banco con quien firmé mi hipoteca, pero si que es cierto que a veces en la vida para conseguir un trabajo, para celebrar un evento, para conseguir un crédito, para una reunión, etc... como no vayas bien vestido, no serás bien atendido.

Que Dios me perdone por criticar a sor monjita pero es que me ha sentado fatal.... y bueno mi amiga se fué directa a la cuarta planta a comprarse algo nuevo.



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